En ésta película
el hijo del cineasta Jaques Demy, Mathieu Memy, hace su debut como director al
tiempo que escribe y protagoniza la cinta. El elenco fue elegido con gran
maestría y habilidad. Desde el desconocido, para Hollywood y excelente actor,
Carlos Bardem (hermano mayor de Javier Bardem) que borda su breve papel de Luis
el ambicioso e inescrupuloso dueño del club/prostíbulo Americano, pasando por
el gris papel de Chiara Mastroianni, como la novia de Martin o la efusiva tía y
siempre genial Geraldine Chaplin hasta llegar a la exuberante Salma Hayek,
ninguna actuación desilusiona. Quizás el peso de lidiar con contrapartes como
esas, hizo que Mathieu Memy, se perdiera y diluyera en la película. Estuvo
presente en casi todas las escenas y aun así no las llenaba, se notaba ausente,
desubicado, mientras el argumento decaía estrepitosamente. Lo único que
mantenía la atención del espectador era esperar que otros personajes
resolvieran una trama que al final acabó como se esperaba y con pocas, muy
pocas luces.
Quizás si el
protagonista de la película no hubiera perdido tanto tiempo al deshacerse de
todas las cosas del apartamento de su madre y en medir las paredes de cada
estancia y ese tiempo de cinta lo hubiera empleado para terminar de cerrar
otras escenas, la película hubiera podido ser buena.
No deja de ser
una triste sorpresa ver cómo se desmoronan películas ante los ojos del
espectador, más si el tráiler, prometía algo mucho mejor.
CALIFICACION: 1,6 / 5
SINOPSIS: Incapaz de hacer frente a
la muerte de su madre, Martin (interpretado por Mathieu Memy) decide irse a Tijuana en busca de Lola
(interpretada por Salma Hayek), una mujer mejicana que conoció de pequeño y que
ocupaba un lugar especial en la vida de su madre. Finalmente la encontrará en
“Americano”, un club privado donde Lola actúa como stripper todas las noches.
TRAILER:

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