¿Puede una película en la que los
actores actúan bien, ser mala?, la respuesta es simple: sí, para muestra: Like
Crazy.
La historia de amor de dos jóvenes la
chica inglesa Anna (interpretada por Felicity Jones) y el norteamericano Jacob
(interpretado por Anton Yelchin), que da un giro esperado (tras una imprudencia
difícil de explicar en dos personas adultas y “maduras”) cuando Anna excede INTENCIONALMENTE
el tiempo de estadía en Estados Unidos para estar con su nuevo amor Jacob.
Luego parte a Inglaterra y regresa rápidamente,
para reencontrarse con su amor, creyendo que las autoridades de inmigración son
idiotas e iban a pasar por alto el “desliz”. De ahí en adelante, ambos hacen
sus vidas en sus países de origen, mientras ella intenta resolver los problemas
con su visa y el tiempo va pasando. Ambos se aman “Like Crazy”, como locos,
pero aun así se las arreglan para iniciar otra relación sentimental, con
personas realmente buenas. En fin, que se aman locamente, tanto que son capaces
de estar con alguien más a sabiendas que el otro lo sabe y aun así seguir amándose,
todo mientras las autoridades norteamericanas deciden el futuro de la visa de
Anna.
La película termina tan incoherente
como empezó. Hace tiempo que no había visto dos horas de argumentos incomprensibles
disfrazados de románticos. Cuando uno termina de ver el film queda Like Crazy,
eso es lo único que entendí, tras perder 120 minutos de mi vida frente a una
pantalla.
CALIFICACION: 2 / 5
SINOPSIS:
Anna
(interpretada por Felicity Jones), una joven británica que estudia en la
universidad de Los Ángeles, se enamora de Jacob (interpretado por Anton
Yelchin), un joven norteamericano, pero ambos se ven obligados a separarse
cuando a ella no le renuevan el visado estadounidense para permanecer en los
EE.UU. Anna regresa a Londres, y la pareja se ve forzada a mantener una
relación a distancia.
TRAILER:
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